Partido Revolucionario de los Obreros Argentinos (PROA)
Dirigido por Eduardo Luis Duhalde y Haroldo Logiurato, el PROA surge inmediatamente después del asesinato de Rodolfo Ortega Peña, en la segunda mitad de 1974. Como organización de cuadros revolucionarios, reivindicaba la identidad marxista con la pretensión de recuperar la experiencia del “peronismo obrero”. Su base programática mantendrá como objetivo la revolución socialista con el movimiento obrero como sujeto revolucionario por excelencia. Reivindicará la violencia revolucionaria en tanto método de masas, contrario a cualquier intento de personificar una vanguardia armada sin apoyo efectivo de los trabajadores, quien deberán asumir la práctica armada desde sus inicios como autodefensa hasta estructurar en su desarrollo un ejército popular. Hacia mediados de 1977, la pequeña organización será arrasada por la represión, en la llamada Masacre de Marcos Paz, donde fueron muertos y desaparecidos la mayoría de sus miembros. En el exilio, el PROA residual será fundamental en la estructuración de la Comisión Argentina de los Derechos Humanos (CADHU), de enorme trascendencia en la denuncia de la dictadura militar.